Los bienes materiales son necesarios a todos. Son queridos por Dios mismo para el hombre, para su subsistencia, su desarrollo y pacífica convivencia. ¿Quién puede sobrevivir sin ellos? Por tanto, es justo y necesario que cada persona o familia trabaje para obtener lo necesario para poder vivir.
Sin embargo, hay también un enorme peligro, cuando dotamos a las posesiones de un poder mayor del que tienen, y se convierten en una dependencia insana. Tienen el poder de trastornar a las personas y convertirlas en avaras, egoístas, insensibles…. a las necesidades de sus hermanos humanos, astuto para el mal, implacable y cruel. Cuantos conflictos, guerras, y problemas importantes se han dado y se dan en nuestra historia a causa de la avaricia y del poder insano.
Por ello en este domingo el Señor nos anima a tener una libertad interior que nos haga libres ante estos peligros, no debemos apegarnos a ellos; especialmente porque el Señor sólo desea de nosotros nuestra felicidad, y eso lo conseguiremos si lo tenemos a él en nuestro corazón, liberándonos de pesadas losas que nada más que nos hacen ser esclavos.
Que nuestra opción sea siempre Dios y su amor inunde nuestro interior, siendo libres para amar.
Feliz Domingo en el Señor.