En este tiempo de Cuaresma, viviendo esta cuarentena, cada uno desde su hogar, nos acercamos al último domingo de Cuaresma, donde escuchamos el milagro de la Resurrección de Lázaro, y la confesión de fe de Marta: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo».
Hoy es ese día en el que se nos recuerda que estamos llamados a la vida, que todo este camino de desierto que es la Cuaresma, tiene una meta la Resurrección y la Vida. Y es verdad que puede haber momentos en los que solamente veamos la arena del desierto; pero al final está la Vida. Que es Cristo. Para eso necesitamos mover las losas de nuestros corazones, esas losas: desánimo, de tristeza, de rencor, de impaciencia, de egoísmo, para que nuestro corazón, nuestra vida se refresque con la paz de Dios. Pidámosle hoy al Señor más que nunca que abramos el corazón a la brisa de su amor.
Como sábeis subimos cada día la canal de You Tube de la Parroquia la celebración, os dejo aquí también una celebración para rezar en familia.