Hoy comenzamos el camino de Adviento, es el tiempo que se nos da para acoger al Señor que viene a nuestro encuentro, también para verificar nuestro deseo de Dios, hemos de preparar nuestro nacimiento, nuestro «belén» interior. Que este año lo queremos representar en ésta barca, en la que vamos a ir aprendiendo a saber que llevar para embarcarnos
Este primer domingo de adviento, se nos presenta la brújula y el sextante. Van relacionado con las dos palabras de hoy: Vigilad y velad.
Vigilad: es descubrir cuál es el rumbo de nuestra vida. Tomar conciencia, preguntarnos en este comienzo de Adviento dónde queremos ir o dónde estamos. Estamos orientados a Belén o a las distracciones del mundo.
Velad: significa estar despiertos, no vivir anestesiados. Adormecidos por la mediocridad por la calma chicha. Tenemos que ser cristianos despiertos, atentos a donde hay que amar, a donde hay que entregar la vida. Estar despiertos es no dejarse abrumar por el sueño del desánimo, la falta de esperanza, la desilusión.
Pidámosle al Señor que pongamos la brújula en su dirección para que no vivamos desorientados ni adormecidos, sino deseosos de llegar a Belén despiertos porque queremos amar como Él nos ama.