En este domingo el Señor nos invita al encuentro con Él. Un encuentro que transforma el corazón. Que transforma la vida. ¿Cómo alcanzar ese encuentro?
- «Habla, que tu siervo te escucha»; la primera actitud es la de la escucha. En el tumulto de muchas voces que resuenan en torno a nosotros y dentro de nosotros, escuchemos la voz que nos indica a Jesús como el único que puede dar sentido pleno a nuestra vida.
- «Aprender a estar con Él»; nunca es un encuentro apresurado, con prisas. Dios se apresura para encontrarnos, pero nunca tiene prisa para dejarnos. Permanece con nosotros.
- «Descubrir su mirada: “Se le quedó mirando”»; No olvidemos nunca esta mirada de Jesús sobre cada uno de nosotros. Es una mirada de amor. Es una mirada de confianza, de amor, de misericordia. No olvidemos como nos mira.
- «Glorificad a Dios con vuestra vida»; Todo lo anterior es una llamada, un encuentro con el objetivo que nuestra vida se convierta en gloria de Dios para los demás. Para que cada uno de nosotros glorifiquemos a Dios.