«Señor, danos siempre ese pan» XVIII Domingo del Tiempo Ordinario (Ciclo b, 2024)

Comenzamos el discurso del pan de vida, en el que se nos invita a descubrir lo que supone celebrar la eucaristía en nuestra vida, el pan de vida, que es Cristo que se nos da. Y en esta primera catequesis, lo primero que el Señor nos invita a preguntarnos es por qué lo buscamos. ¿Cuáles son las motivaciones de mi fe? Necesitamos discernirlo porque entre las muchas tentaciones que tenemos en la vida está la que nos impulsa a buscar a Dios para nuestro propio provecho, para resolver los problemas, por interés.  La importancia de la relación con Dios basada en la gratuidad. 

Y así descubrimos que lo que Dios nos pide en este día, es simplemente fe. La obra de Dios no consiste tanto en el «hacer» cosas, sino en el «creer». Reconocerlo como el pan de Dios partido por nosotros, la fe en su presencia real en la eucaristía. Y desde esa fe nace la petición de hoy “Señor, danos siempre de ese pan”, es decir, danos siempre tu amor, tu misericordia, tu esperanza, tu vida. Que seas tu el alimento que sacie mi hambre de mi hambre de fe.

Que me alimente de Ti, para que cada día esté revestido de tu modo, de tu mentalidad, de tu espíritu. Y así cada día me parta y reparta como Tú por los demás. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.