Celebramos hoy la fiesta de la Santísima Trinidad: Dios Padre e Hijo y Espíritu Santo, fiesta de Dios, del centro de nuestra fe. El Padre da todo al Hijo; el Hijo recibe todo del Padre con agradecimiento; y el Espíritu Santo es como el fruto de este amor recíproco del Padre y del Hijo.
1º SIGNO DEL AMOR TRINITARIO: que nos hace gritar: «¡Abba!» (Padre). Dios te busca, aunque tú no lo busques. Dios te ama, aunque tú te hayas olvidado de Él. Dios vislumbra en ti una belleza, aunque pienses que has desperdiciado todos tus talentos en vano. Dios es un padre que nunca deja de amar a su criatura. Para un cristiano, rezar es simplemente decir “Abba”.
2º SIGNO DEL AMOR TRINITARIO: Jesús les dijo: «sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo». Es el «Dios con nosotros», cerca de nosotros, que nos ama, que camina con nosotros. Él «es Dios allá arriba en el cielo» pero también «aquí abajo en la tierra».
3º SIGNO DEL AMOR TRINITARIO: Los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios. Nuestra misión vivir como hijos adoptivos: anunciar y testimoniar a todos su Evangelio y con alegría.
Viviendo todo ello como Iglesia, como Pueblo de Dios.