El lenguaje apocalíptico, de este domingo, no pretende asustar sino ofrecer pistas para interpretar el momento en el que vivimos. Así descubrir quién tiene que ser el verdadero protagonista de la historia: Dios, un Dios que está presente en la vida de su pueblo, al que acompaña con mano amorosa. Se nos invita a vivir el hoy, con sus dificultades, no desde la angustia sino desde la esperanza. Porque el Señor ha venido a salvar, nuestra misión es ir preparando con nuestra vida, con nuestras actitudes su venida.
Porque todo pasará, pero su palabra permanece. Como decía Santa Teresa: “Todo pasa, Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza”. A veces, nos gustaría saber que va a pasar mañana, es verdad que todo no lo podemos saber, pero si hay algo que sabemos a ciencia cierta: “mañana al igual que hoy Dios te ama, Dios tiene un proyecto para ti, Dios camina a tu lado, Dios te acompaña y te llena de esperanza”. No tengas miedo, deja que en tu vida lo que haga eco sea esa palabra suya que permanece, porque se cumple en ti.