Seguimos embarcados rumbo a Belén, ya tenemos la brújula, el timón, la luz que nos guía en la oscuridad. Y hoy La Virgen María nos enseña a echar la red del Sí a Dios, es el camino de un sí continuo a Dios.
No necesitó muchas explicaciones ni razonamientos, con pocas palabras se animó a decir ‘sí’ y a confiar en el amor, a confiar en las promesas de Dios. La fuerza del ‘sí’ de María, la fuerza de ese «hágase» que le dijo al ángel, era superar esa expresión, «veamos a ver qué pasa». Fue el ‘sí’ de quién quiere comprometerse y arriesgar, de quien quiere apostarlo todo por el plan de Dios.
Aprendamos como María a echar la red del Sí, para así poner su amor en la barca en la que estamos embarcados rumbo a Belén.