Este domigno tres parábolas en relación a las anteriores y a nuestra misión:
Parábola del tesoro. El protagonista es un hombre con suerte. Mientras camina por el campo, encuentra un tesoro. Darnos cuenta que Dios se nos cruza muchas veces en nuestra vida, que encontramos grandes tesoros, pero no nos damos cuenta. Pidamos la conciencia de ver esos tesoros que Dios nos pone en el camino.
Parábola de la perla fina. El protagonista es un comerciante concienzudo. No encuentra la perla por casualidad, va tras ella con ahínco. Nos invita a la constancia, a veces, la tarea se nos puede volver rutinaria, pero solamente la constancia, la perseverancia al final tiene la recompensa.
Pero para llegar a ambos hay que vender aquello que no nos permite tener el tesoro/perla. ¿Qué necesito vender/desprenderme para acoger este tesoro y esa perla?
Y desde ahí, se nos invita a echar la red, tercera parábola, sabiendo que cuando lo hacemos podemos recoger de todo, pero a nosotros no nos toca juzgar. Sino simplemente echar la red, que nace de una siembra en tierra buena , que es paciente, que cuida lo pequeño, que se implica en la vida, que es capaz de desprenderse de aquello que no le permite gozar del tesoro de Dios y compartirlo con los demás.
Maravillosa y pedagógica explicacion del Evangelio de hoy .
Ojala lo incorporemos a nuestro día a día .
Gracias