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Misión del Consejo de Asuntos Económicos: El CAE presta su ayuda al párroco en la administración de los bienes temporales de la Parroquia, aplicándolos a sus fines propios y ejerciendo la solidaridad ante las necesidades de otras Parroquias, de la Diócesis y de la Iglesia universal.
Compete al Consejo de Asuntos Económicos
- Estudiar las necesidades económicas de la Parroquia y promover la colaboración de los fieles eligiendo los medios más aptos (can. 222) en consonancia con los criterios diocesanos de economía.
- Elaborar los presupuestos ordinarios y extraordinarios, que han de ser conocidos por el Arciprestazgo y presentados a la Administración Diocesana para su aprobación si procede[1].
- Conocer y aprobar los balances de situación y cuentas de resultados, que se presentarán también a la Administración Diocesana para su aprobación, si procede[2].
- Estudiar e informar sobre la necesidad y oportunidad de realizar algunos gastos extraordinarios de administración y, si fuese necesario, ajustarse al art. 12 de los Criterios diocesanos sobre el Ordenamiento económico[3].
- Llevar al día la contabilidad de los bienes de la Parroquia y aportar al F.C.D lo fijado por la Administración Diocesana[4].
- Dar cuenta a la comunidad parroquial del destino que se da a los bienes de la Parroquia.
- Ayudar al Párroco en la confección del inventario.
- Conocer, cumplir y velar por el cumplimiento de los Criterios Diocesanos sobre el Ordenamiento Económico.
[1] Cf. Criterios Diocesanos sobre el Ordenamiento Económico, Arts. 3 y 10-11
[2] Cf. Ibid.
[3] “Cuando sea necesario un presupuesto extraordinario, por superar lo establecido por la normativa vigente, se presentará al Arciprestazgo para dar su parecer y al Consejo diocesano de Asuntos Económicos para su aprobación”. (Art. 12)
[4] Cf. Criterios Diocesanos sobre el Ordenamiento Económico, Art. 14