Estamos en el Domingo de la Palabra de Dios, es el día en el que recordamos que es el mismo Dios quien nos habla por medio de la Sagrada Escritura. Una Palabra que da vida, porque nos interpela y confronta. Nos llama a la conversión. Por eso es bueno, que nos preguntemos qué lugar ocupa la Palabra de Dios en nuestro día a día.
La Palabra de Dios al final es la carta de amor de Dios a todos nosotros. La Biblia es la historia de la misericordia de Dios con nosotros. Y al igual que Moisés que se tuvo que descalzar al pisar terreno sagrado, así también nosotros al acercarnos a la Palabra de Dios. Lo importante que es comenzar las mañanas iluminadas por la palabra de Dios. En vez de quedar, a veces, hipnotizados por las cosas negativas o por todo lo que tenemos que hacer y el poco tiempo que tenemos, tendremos esa luz y esa fuerza no tanto por ser optimistas, sino porque la Palabra de Dios motiva a tener confianza y a descubrir un horizonte nuevo. Y descubrir que en medio de las vicisitudes podemos ser Buena Noticia.